Aunque la filosofía y la tecnología se complementan de cienrta manera, la filosofía y la tecnología patean para rincones opuestos. Al menos la filosofía clásica, esa que tiene su inicio en Platón y que terminó en las fronteras de Nietszche.
Digo que filosofía y tecnología difícilmente se ponen de acuerdo, porque mientras que la filosofía busca la verdad para separarla inevitablemente de la ilusión y a la certeza para escaparle al error, la tecnología se esmera en borrar esas fronteras, tendiendo velos y engaños cada vez mas eficaces.
No es que a la razón le haya ido demasiado mejor en sus intentos de separar a la paja (de la falsedad) del trigo (de la sabiduría). Pero que la tecnología embarra la cancha permanentemente no hay duda alguna. Toda la historia de los efectos especiales va en esa terrible y amenazante (para la lectura filosófica) dirección.
¿Cuál es la necesidad de relacionar estos dos términos?
Empezando con la filosofía, etimológicamente viene de los términos griegos phileo (amor) y sophia (sabiduría); pasando a la tecnología esta procede de los terminos griegos teckne (técnica) y logos (razón, saber). Como podemos ver según su orden etimológico las dos tienen que ver con la búsqueda del saber, de la verdad. Se diferencian en que la filosofía se basa principalmente en el uso de la razón, mientras que la tecnología se basa en el empirismo (método experimental). Pero la tecnología no hace su metodo experimental sin su método científico, y este necesita del uso de la razón para llegar a una hipótesis, y al usar la razón lo que se hace es filosofar, aqui llegamos a la concusión de que se usa la filosofía en la tecnología, es decir, la una depende de la otra, y no se pueden estudiar por aparte sabiendo que se complementan.
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